miércoles, 10 de noviembre de 2010

Vida por vida.

Las cartas estaban echadas…

Fue un cambio brusco de temperatura. Los ojos de aquel hombre lucían como las perlas que en lugar había encontrado. Me sentí un mal nacido al hacer lo que hice: “Tal vez no debí haberlo hecho”. Esa era la primera vez que alguien había sido tan generoso conmigo; nunca nadie me había salvado.

Al dejarlo caer, pensé en lanzarme. Un ligero recuerdo golpeó mi mente, al mismo tiempo que una ola desestabilizaba el “refinado” barco en el que me encontraba. Casi apuntaba mal.

En segundos recordé su expresión. Sentí la angustia que debío padecer.

- Jamás, había hecho algo tan inhumano –Me dije, mientras trataba de acabar con sta culpa, mientras mis manos ardían.

El joven gritaba. Simulé no escucharlo.

Suplicaba que lo dejara vivir, o al menos que le diera fin a su vida de otro modo.

La avaricia invadió mi mente, como siempre: “Pero esta vez me excedí”.

La desdichada historia que me contó. Su carajito con cáncer, su mujer casi loca, y a pesar de tener todo el dinero del mundo no podía hacer nada por ellos… ¡Basura!

Mentira, o no… Ahora me afecta…

Ver cómo poco a poco se hundía. Como aquel gigantesco y helado moúnstro absorvía su alma, mientras el desespero lo consumía y a su vez trataba de mantenerse en la superficie.

La falta de respiración, el tratar de tomar un sorbo de aire, quizás sin poder moverse. Sintiendo como te hundes poco a poco, sintiendo como tus energías se agotan… ¡Soy un miserable!

Quería terminar lo que había comenzado y acabar con esta culpa. No había otra salida, debía hacerlo. Con el arpón en mis manos lo hice.

Como pude aguant; la polea giraba. Todo sea por acabar con esta sensación que por primera vez sentía.

Al caer la noche, ambulancias rodeaban el muelle.

Por lo que pude ver, levantaban al pobre hombre que apenas podía moverse, trozoa de hielo se tornaban rojos.

“Era mi fin, pues la justicia llegaría por mi”

- ¡ Se lanzó el hombre que me rescató! –gritó el joven muchacho.

En el pueblo nadie entendía nada. Hasta que la encontramos. Una carta que había escrito el arrepentido hombre, quizás antes de llegar al muelle y tomar su decisión.

- Gracias señor, por su entrevista.

Bastardo R. Gustavo J.

Espero sus comentarios y sugerencias.

1 comentario:

  1. Buena forma de atrapar y hacerme decir que coño de la madre hace o hará!! .. Muy bueno hermano! Éxitos!

    ResponderEliminar